Ochenta periodistas fueron asesinados este año, 15 más que en 2017, además, 348 están encarcelados y otros 60 secuestrados, según el Balance Anual de las agresiones cometidas contra los periodistas en el mundo que realiza Reporteros Sin Fronteras (RSF) y que hizo público este martes.
La cifra de los 80 asesinados incluye a periodistas profesionales, periodistas-ciudadanos (personas que ejercen el periodismo sin que ésta sea su profesión) y colaboradores de medios de comunicación, aclara RSF.
En los últimos tres años, el número de periodistas profesionales asesinados había descendido, pero en 2018 se ha producido un aumento del 15%, se han registrado 63 asesinatos, mientras que en 2017 fueron 55.
Los dos casos más mediáticos han sido el del asesinato del columnista saudí Jamal Khashoggi y el del joven periodista de datos eslovaco Jan Kuciak. “Los actos violentos contra los periodistas alcanzan un nivel inédito este año: todos los indicadores están en rojo”, señaló Christophe Deloire, secretario general de Reporteros Sin Fronteras.
“El odio a los periodistas manifestado –e incluso reivindicado– por líderes políticos, religiosos y hombres de negocios sin escrúpulos, tiene consecuencias dramáticas y se traduce en un aumento muy preocupante de las violaciones de los derechos de los periodistas. Estos sentimientos de odio, multiplicados a través de las redes sociales –que tienen gran responsabilidad en estos hechos–, se usan para legitimar las agresiones y debilitan, poco a poco, cada día, el periodismo y, con él, la democracia”, añadió.
Afganistán, donde 15 informadores han perdido la vida, es el país más mortífero para los periodistas en 2018. Le siguen Siria (con 11) y México (9), el país en paz más peligroso para la profesión periodística. Otro hecho destacable es que Estados Unidos se coloca este año entre los países más mortíferos del mundo, tras el letal tiroteo contra la redacción de The Capital Gazette.
El número de periodistas encarcelados en el mundo también se ha incrementado: hay 348 en 2018, frente a los 326 de 2017. Al igual que el año pasado, más de la mitad de los periodistas encarcelados se encuentra en las prisiones de cinco países: Irán, Arabia Saudita, Egipto, Turquía y China, país que sigue siendo la mayor cárcel del mundo para los periodistas, ya que mantiene presos a 60, de los que tres cuartas partes son periodistas-ciudadanos.
El número de periodistas secuestrados también aumenta en 2018; la cifra asciende a 60, seis más que en 2017. 59 están cautivos en Oriente Medio (en Siria, Irak y Yemen) y seis de ellos son periodistas extranjeros.
- A pesar de la derrota del Estado Islámico en Irak y de su retroceso en Siria, se obtiene poca información sobre la suerte de estos rehenes. Sólo ha habido noticias del periodista japonés Jumpei Yasuda, quien fue liberado tras tres años de cautividad en Siria, y de un periodista ucraniano que aún está en manos de las autoproclamadas autoridades de la República Popular de Donetsk (DNR), que lo acusan de ser un espía. RSF ha registrado tres nuevos casos de periodistas desaparecidos en 2018: dos en América Latina y uno en Rusia.