Ben Smith, un niño británico de 8 años, se ha convertido en un héroe al hacerse con el control del coche cuando su madre sufrió un ataque. El menor logró evitar un accidente fatal.
Su capacidad de respuesta y su decisión de coger el volante y llevar el coche dentro del carril hasta que pudo parar fue crucial para salvar sus vidas.
El niño, incluso, llegó a encender las luces de emergencia. La extraña forma de circular del vehículo sorprendió a otros coches, hasta el punto de que uno que iba detrás, grabó al Ford Ka gris en el que viajaban.
Tras la detención del vehículo, la madre fue trasladada al hospital e identificada por su propio hijo que supo dar todos los datos de contacto.
Lauren se ha mostrado feliz y agradecida: «odio pensar cómo podría haber acabado si hubiese estado sola en el coche”