El Consejo General de Enfermería denunció este jueves que «la tragedia de Vigo pone en evidencia que los partos con doula y sin matrona suponen una amenaza para la vida de las embarazadas y sus bebés».
Esta institución recordó que lleva años alertando de los peligros del fenómeno de contratar una doula, una persona sin formación sanitaria alguna, con el pretexto de buscar un parto más natural, y que tanto durante el seguimiento del embarazo como en el parto, las enfermeras especialistas en ginecología y obstetricia -las matronas-, junto a los ginecólogos, proporcionan la asistencia sanitaria necesaria para garantizar la seguridad del niño y la madre.
Por ello, piden a las madres que no renieguen de la asistencia de una matrona o ginecólogo, porque cuando eligen por el parto natural, «en ocasiones están alentando a la participación en rituales sectarios propios de sociedades subdesarrolladas y contrarios a la salud pública y al sentido común, como comerse la placenta».
«La búsqueda de un parto más natural lleva a muchas mujeres a caer en manos de estas falsas profesionales sanitarias formadas gracias a unos poco rigurosos y muy lucrativos cursillos cuyos temarios son absolutamente dispares entre sí y abordan materias en las que abundan las terapias alternativas. Llama la atención también la formación de los profesores de dichos cursos: las propias doulas que tras superar su cursillo se lanzan a formar nuevas doulas; así como otros docentes que en sus currículos se autodenominan ‘renacedor certificado’, ‘sacerdotisas de la diosa’ y ‘yoga de la voz’, entre otros despropósitos similares», concluye la nota del Consejo de Enfermería.