El presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, ha abogado por seguir la «vía eslovena» para lograr la independencia de Cataluña. Unas declaraciones que ha despertado críticas, incluso de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que ha pedido una rectificación, por considerarlo una grave irresponsabilidad.
No en vano, la independencia de Eslovenia no fue un camino de rosas y se consiguió tras la llamada «guerra de los 10 días» que tuvo lugar en 1991, cuando sólo era una región de Yugoslavia.
Tras varios años reivindicación, en los que se celebró un referéndum que arrojó un 93% de apoyo a la independencia, Eslovenia se declaró independiente el 25 de junio de 1991 y un día después los tanques salieron a la calle.
El ejército yugoslavo se dirigió a los puestos fronterizos de Eslovenia con Italia, provocando la reacción de la población eslovena, que colaboró levantando barricadas y mostrando su rechazo a la demostración de fuerza. Era el inicio de 10 días de confrontación, que se saldó con unos 70 muertos y 300 heridos.
Una breve guerra que no se extendió porque el presidente Slobodan Milosevic estaba centrado en Croacia. Tras el enfrentamiento, la Alemania reunificada reconoció al nuevo estado, provocando la indignación de los vecinos europeos.