El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez afirmó este miércoles que el “mejor homenaje” a la Constitución de 1978 es su “reforma” y dar así un “impulso” al progreso de España, una “oportunidad para el futuro”, coincidiendo con el 40 aniversario de la Carta Magna.
Sánchez convocó en el Palacio de la Moncloa a 52 jóvenes -nacidos en el año 2000- representativos de cada una de las provincias a los que, además de dedicar unas palabras, les entregó un ejemplar del texto constitucional.
“En un momento en el que todo pasa demasiado deprisa, las certezas se difuminan y las cosas parecen más efímeras, impredecibles, es importante volver a descubrir y a reforzar las raíces que nos unen, como al Constitución Española de 1978”, dijo el presidente en el cierre de su intervención.
En sus palabras, Sánchez animó a los jóvenes a dar una “lección a todos los agoreros” que les dicen que “vivirán peor que sus padres” porque “el futuro no está escrito”. Así, animó también a combatir al pensamiento de los “que hemos tenido la suerte de crecer en democracia” de que es “algo que nos viene dado”. La democracia, dijo, “exige ciudadanos comprometidos y honestos”.
El jefe del Ejecutivo aprovechó para hacer una velada alusión a formaciones de ultraderecha que campan por Europa, como el caso Vox en España, pero también se podía entender en un mensaje contra los independentistas catalanes.
“Algunos retos actuales», dijo, «se parecen a los de entonces, como es el caso de la construcción europea, que está un momento complejo, cuando hay muchos dirigentes políticos que lo quieren es volver a replegarse, a crear fronteras, que en un mundo globalizado no tiene ningún tipo de eficacia para dar respuesta a los problemas que sufrís como generación”.
Sánchez aprovechó para recordar que el Consejo de Ministros de este viernes aprobará un Plan de Empleo Juvenil, con una dotación de 2.000 millones en los Presupuestos de 2019.
Tras el acto protocolario y la fotografía de los 52 jóvenes con Sánchez, en la escalinata del edificio presidencial, todos regresaron al Salón de Tapices donde además de muchas fotografías con el presidente, departieron e intercambiaron impresiones. Al acto también acudió la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y autoridades de Moncloa.
Entre estos jóvenes, varios periodistas conversaron con cuatro de ellos antes del evento. Coincidían en sentirse identificados con la Constitución pero que “debería ser más fácil poderse actualizar”, como señaló Alejandro.
También se sumó Alba a cambiar la Constitución para modificar aspectos como “la prevalencia de los hombres a las mujeres en la Monarquía”, cuestión que suscribió Laura, quién después apuntó que la Constitución es el “gran pacto que garantiza la igualdad de todos los españoles”.
Por su parte, Santiago, de Lleida, afirmó que “el texto constitucional abrió la puerta a una democracia consolidada” y que, gracias a ella, “el acto, que yo esté aquí con una silla se ruedas, no se hubiera realizado en la dictadura de Franco porque no era incluyente. La sociedad era más inculta y la Constitución abrió la puerta a una sociedad más igualitaria y más culta”.
Consideró “muy positivo” la supresión de “disminuidos” para referirse a las “personas con discapacidad” pero ahondó además en una modificación de la Constitución en lo que se refiere” a las consultas para que “los catalanes se puedan expresar, siempre de acuerdo con el marco constitucional. No avalo la vía unilateral, creo que habría que hacer un referéndum pactado”, reflexionó. “A los nacionalismos y a los populismos se les combate democráticamente, con la palabra y no con la espada”, concluyó este joven.