El territorio español cuenta con 45 bienes que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad, más que ningún otro país del mundo, a excepción de Italia y China.
La declaración de Patrimonio Mundial es una distinción que otorga la UNESCO a aquellos bienes con características de excepcional valor que los hacen únicos en el mundo.
¿Sabes cuáles son? Nosotros te los mostramos.
9Cueva de Altamira y arte rupestre paleolítico del norte de España
La región Cantábrica de la Península Ibérica conserva uno de los mas importantes conjuntos del arte rupestre paleolítico que se extiende en Europa, desde Gibraltar hasta los Urales, entre hace 35.000 y 11.000 años. Son figuras y signos pintados o grabados que se han conservado fundamentalmente en las paredes y techos de las cuevas (llamado por eso “el arte de las cavernas”), pero también en algún abrigo luminoso y sobre rocas al aire libre en escasos lugares. La cantidad de cuevas con este arte existente en la región, en las Comunidades Autónomas del País Vasco, Cantabria y Asturias, la variedad de los temas representados y de las técnicas empleadas, la cronología y la calidad artística de muchas de estas obras hacen que el conjunto sea representativo del primer arte de los humanos sapiens.
La cueva de Altamira fue el primer sitio donde se reconoció un conjunto de figuras y signos identificado y descrito como arte del Paleolítico. Así lo hizo su descubridor y primer investigador, Marcelino Sanz de Sautuola, quien lo publicó en 1880 con un excelente texto bien ilustrado cuando no se conocía la existencia de un arte análogo ni de tal antigüedad en todo el mundo. Desde entonces, cientos de cuevas con arte de la misma época han sido descubiertas, pero Altamira sigue siendo una de las más espectaculares y del máximo interés científico por su calidad excepcional y por albergar figuras de un marco cronológico entre hace 13.000 y 35.000 años. Desde comienzos del siglo XX se la conoce como la “la Capilla Sixtina del arte paleolítico”, por entenderla como una obra maestra del arte universal. En el Gran Techo se sintetiza buena parte del arte paleolítico. Hay en él signos con datación Auriñaciense (36.000 años), manos positivas y negativas, signos y figuras de caballos pintados en rojo durante el Gravetiense (dataciones de mas de 22.000 años), figuras solutrenses y el excepcional conjunto magdaleniense formado por un par de caballos, una cierva y numerosos bisontes en distintas actitudes, como si de una manada se tratara, realizado todo entre hace 13.000 y 15.000 años. En cada una de estas figuras se combinan técnicas de dibujo con carbón y grabado con pintura de colores rojizos, de ocre, y negro. Son figuras de gran tamaño, algunas de las cuales utilizan el soporte rocoso del techo, los relieves, grietas y textura de la roca, incorporándolo a la figura para darle volumen y calidades.