La noche del martes regresó la UEFA Champions League. Además de en los resultados, el foco informativo se centró en la sorprendente suplencia de Isco en el partido que enfrentó a su equipo, el Real Madrid, contra la Roma (0-2). Los blancos se jugaban el primer puesto del grupo y era un encuentro importante, por lo que cuando Solari dio la lista de convocados y dejó fuera al malagueño, se dispararon toda clase de rumores.
No es la primera vez que el mediocentro ha tenido problemas en la entidad merengue. Nunca ha llevado bien la suplencia, ni con Ancelotti, ni con Benítez, ni con Zidane, ni con Lopetegui. Parece que el jugador cuenta poco para Solari, pero ¿por qué?.
Según apuntan diferentes medios deportivos, el distanciamiento entre técnico y jugador comenzó antes del enfrentamiento de Copa del Rey contra el Melilla. Durante un entrenamiento, Solari pidió a sus jugadores que mientras tocaban la pelota contaran en voz alta los pases que hacían, un ejercicio que al malagueño le pareció ridículo y espetó a su entrenador algo así como que ya tenían suficiente con jugar como para estar contando. Isco quedó señalado y no viajó con el equipo a Melilla.
Desde entonces no ha contado para su entrenador quedando relegado al banquillo, si bien es cierto que tuvo que ser operado de apendicitis y no estaba al 100%. Su última actuación con el equipo fue hace un mes. No salió en Vigo y tampoco fue titular ante el Eibar en la primera derrota de la era Solari (3-0), en ese partido solo jugó la última media hora.
Desde el vestuario, sus compañeros aseguran que el 22 no da todo en los entrenamientos, algo que no es nuevo. Nunca ha tenido fama de ‘matarse’.
Esto acaba de empezar.