Fallout es sin duda una de las sagas referente de los juegos RPG de supervivencia imprescindibles sobre todo desde Fallout 3. Bethesda acaba de publicar Fallout 76, un juego con la base de Fallout 4 pero que incorpora novedades que lo hacen muy apetecible de cara a las navidades.
Fallout 76 nos lleva a un Yermo en Appalachia con un mapa inmenso, que supera concreces al del mecionado Fallout 4, dos décadas después de la Gran Guerra nuclear que acaba con la tierra. Comenzamos en el refugio 76 y nuestra misión principal será salir al exterior y reclamar el territorio en el llamado Día de la Recuperación. Al salir nos encontramos un yermo, como en cualquier Fallout, lleno de horribles criaturas y lugares que han sido pasto de la radiación durante años y se han transformado. Este argumento es similar al resto de los juegos de la saga y no pillará por sorpresa a los aficionados de Fallout, sin embargo, para los que no lo conocen es más que curioso.
Fallout 76 está diseñado para jugar en primera o en tercera persona, pero siempre recomendamos jugar en primera persona porque el juego está realmente hecho para jugar así. Tendremos ante nosotros un mundo completamente multijugador en el que nos encontraremos a otros jugadores a través de internet. Podremos cooperar con ellos, atacarlos para robarles su botín o simplemente ignorarlos. Si les ayudamos, podremos conseguir la experiencia y las ventajas de la misión que estén realizando. Sin embargo si les atacamos el juego pondrá una recompensa sobre nuestra cabeza y los demás jugadores nos darán caza para conseguir unas chapas extra. La única manera que hemos visto de anular este estado de búsqueda es muriendo.
En Fallout 4 comíamos y bebíamos para recuperar puntos de vida. Bethesda en Fallout 76 ha implementado un sistema de supervivencia en el que constantemente tendremos que comer y beber para aplacar el hambre y la sed. Además tendremos las típicas mutaciones tras estar demasiado expuestos a la radiación y estas pueden afectarnos negativa o positivamente, dependiendo y otra novedad, las enfermedades que nos harán de handicap en distintos puntos de nuestro personaje. Siempre tendremos a nuestra disposición elementos para eliminar estas enfermedades y mutaciones que alteren nuestros estados y anti radiación para que no nos afecte, pero son escasos y tendremos que acostumbrarnos a vivir con ello, porque comer y beber siempre afectará en esto. La radiación nos restará barra de vida mientras que la sed y el hambre afectará a los puntos de habilidad.
Estos puntos de habilidad se utilizan en el V.A.T.S. Que es el sistema de apuntado clásico de Fallout pero que para este 76 se ha evolucionado. Antes el sistema paraba el juego y podíamos apuntar tranquilamente donde quisiéramos del enemigo, con un porcentaje de acierto aproximado según la zona, el arma, la distancia… Ahora este sistema se ha hecho en tiempo real y no termina de convencernos ya que mientras apuntamos podemos movernos y el objetivo de igual manera se mueve.
Otro aspecto que ya estaba en Fallout 4 pero que aquí es más imprescindible es crear nuestra base ya que el Yermo es un lugar peligroso y no tenemos un lugar donde establecernos, para eso tenemos el nuevo C.A.M.P. que no es otra cosa que un pequeño aparato que nos otorga una zona redonda en donde construir lo que queramos. Una base para realizar una casa con los materiales que hayamos ido recogiendo e introducir dentro las máquinas para realizar armaduras, armas, cocinar, una base de química… Y es que como en el anterior Fallout, en 76 tendremos que construir constantemente. Tanto armas como armaduras, cocinar comida, crear munición, medicinas, reparar lo que usemos y para esto tendremos que tener tanto planos como ciertas habilidades.
Las habilidades vuelven a venir con el sistema S.P.E.C.I.A.L. Que categoriza en 7 las habilidades de los personajes. Ahora va a ser un poco diferente y todo va a ir a partir de tarjetas que iremos consiguiendo de forma aleatoria de manera que si tenemos tres puntos de habilidad en la L de Luck, suerte en español, tendremos que repartirlos en las tarjetas de habilidad que nos darán distitnas ventajas. Estas tarjetas valdrán puntos y ahí esta la novedad, si tenemos 3 puntos podemos repartirlos en 3 tarjetas de uno, o en una de 2 puntos y otra de 1. Aquí juega la estrategia y nos ha convencido bastante.
Para todos los menús tenemos el sistema del Pipboy, una máquina que está en nuestro brazo y hará de un micro-computador al estilo de los primeros ordenadores con pantallas verdes. Es un sistema que ya estaba en el anterior Fallout pero que no termina de ser cómodo. En él podemos ver todo el inventario, las misiones, el estado del personaje e incluso escuchar la radio. Escuchando la radio tendremos acceso a ciertas misiones, al igual que explorando, esto es algo que nos gusta mucho porque en cualquier sitio puedes encontrar algo que hacer y es algo que se agradece a Bethesda, la inclusión de un cierto argumento para el juego y que no consista tan solo en sobrevivir. Otra de las implmentaciones realizadas es la opción de encontrar claves para un lanzamiento nuclear en una zona del mapa. Si te toca en una de estas zonas, bien remarcadas en rojo, tendrás que salir pitando si no quieres morir. También hay misiones online temporales que podremos realizar solos o junto a otros compañeros y podremos desplazarnos a ella o por todo el mapa a localizaciones que hayamos descubierto pagando unas pocas chapas, que es la moneda del juego.
Gráficamente continúa la senda de Fallout 4 pero añadiendo zonas con vegetación más colorida, no olvidemos que estamos en West Virginia y hay que plasmar aquel territorio dentro del juego. Y en cuanto al sonido, la Banda Sonora es de lo mejor del juego y está traducido y doblado al español, un gran detalle que se agradece.
Este Fallout 76 seguro que no es el mejor de la saga y a pesar de sus fallos tiene un gran margen de mejora. Lo que está claro es que Bethesda va a trabajar en él y seguro que va a ir evolucionando para mejorar, porque base tiene. Una alternativa muy buena a los RPG de supervivencia online de cara al periodo navideño. Adéntrate en el Yermo, solo o con amigos, y disfruta de una aventura que no tiene fin.