Detenidos varios sicarios suecos por asesinar en Málaga a un narco de su país

La Guardia Civil, en colaboración con las autoridades de Suecia, ha detenido a varios sicarios suecos que asesinaron en Mijas (Málaga) a un narcotraficante de su país, quien fue secuestrado y torturado junto a un compinche que consiguió huir.

Según informó este viernes el Instituto Armado, en la llamada ‘operación Tijereta’ han sido arrestadas en España y Suecia 8 personas (6 en España y 2 en Suecia).

En la localidad de San Roque (Cádiz) fueron detenidos los sicarios que secuestraron y torturaron a los dos narcotraficantes de la banda rival, uno de los cuales consiguió darse a la fuga y salvó la vida. Los pistoleros fueron interceptados por la Guardia Civil cuando intentaban huir a Marruecos.

En la operación se han practicado varios registros domiciliarios, en los que han sido intervenido cinco vehículos de alta gama, dos fusiles de asalto AK-47 (Kalashnikov), una pistola, abundante munición, un chaleco antibalas, más de 15.000 euros,13.000 coronas suecas, tres relojes valorados en 120.000 euros y multitud de efectos relacionados con la investigación.

BANDA CON RAMIFICACIONES

La investigación ha permitido conocer que las dos víctimas de nacionalidad sueca fueron engañadas por sus ejecutores para conducirlos hasta el interior de un chalet ubicado en la localidad de Mijas, donde los abordaron y maniataron con bridas y cinta americana, sometiéndolos a torturas durante horas con la intención de conseguir información sobre una importante partida de droga.

En un momento de distracción de los agresores mientras les torturaban, una de las víctimas pudo deshacerse de sus ataduras y escapar de la vivienda. Al percatarse de este hecho los captores ejecutaron a la otra víctima de varios disparos y emprendieron la huida, utilizando para ello el vehículo de la persona asesinada. Este vehículo fue abandonado e incendiado en una calle de la localidad de Fuengirola con la intención de dificultar la investigación policial.

Tras la identificación del cadáver los investigadores concluyeron que detrás del crimen se encontraba una importante organización criminal delictiva dedicada al narcotráfico asentada en Suecia con importantes ramificaciones en varios países, incluido España y más concretamente la provincia de Málaga.