Una pareja letona acudió el pasado sábado a una tienda de IKEA de Lituania y cambió más de cien fotos que la compañía utiliza para promocionar sus marcos. En su lugar, colocó unas suyas, tal y como relataron sus protagonistas en su cuenta de Instagram.
“IKEA debería haber previsto esto. Afortunadamente no lo hizo», escribió Erikas Mališauskas, uno de los protagonistas de la acción.
Según su relato, junto a su pareja, primeramente imprimieron sus fotos y después tuvieron que cortarlas para que coincidieran con el tamaño de los marcos.