Seguro que alguna vez nos han enviado un mensaje con un número de teléfono desconocido o nos han incluido en un grupo de WhatsApp con alguien a quien no conocíamos. Dos situaciones que entrañan un serio peligro a pesar de ser sólo un único dato: un número de teléfono.
“Una persona puede guardar un número de móvil en su agenda. En la aplicación Facebook Messenger, que permite a los usuarios de Facebook comunicarse por mensajes privados, seleccionar la opción ‘Sincronizar contactos’. De este modo, ese contacto se importará a Facebook Messenger y allí aparecerá con su nombre de usuario de Facebook, que casi siempre es su nombre real. Buscando el nombre en las redes (Facebook, Instagram, Linkedin, Google…), las personas pueden ver desde fotos, hasta de qué ciudad es la persona, qué edad tiene, cuál es su nivel de estudios, dónde trabaja o ha trabajado, qué lugares suele frecuentar, su ideología, sus gustos musicales y cinematográficos, quiénes son sus amigos, su pareja o sus familiares, e incluso si va a asistir a algún evento o concierto próximamente. Y, casi con toda probabilidad, su dirección de correo electrónico”, señala Edelmiro Justo, director adjunto de TokApp.
Desde la empresa advierten que, a través de conocer un nombre completo, se puede llegar a seguir a una persona en los registros públicos. “Podríamos conocer si una persona (o sus hijos) han solicitado plaza en algunos estudios del Estado y si fueron aceptados, aparecerá en las listas provisionales de admitidos de la Consejería de Educación de su comunidad autónoma, con su DNI, la formación que va a cursar, el centro en el que la va a cursar, su nota media académica, y los nombres de todos sus futuros compañeros de aula. O si además ha solicitado alguna ayuda del Estado, como una de las becas MEC, su nombre completo figurará en el listado general de becarios, y junto a él, qué prestaciones recibe (de transporte, suplementos, cuantías fijas ligadas a la renta…), además del importe económico total que va a percibir. Y con ese dato, consultando los requisitos de las becas, puedes estimar muchos otros».
Esto es una muestra de todo lo que se puede saber, sin tener apenas conocimientos informáticos, partiendo tan solo de un número de teléfono. O lo que podría saber de cualquier persona un completo desconocido. “Puede parecer sacado de un episodio de Black Mirror, pero es real: no hacen falta nada más que nueve dígitos”, advierte el director adjunto de la app de mensajería.
¿CÓMO PODEMOS EVITAR QUE UN COMPLETO DESCONOCIDO LLEGUE A CONOCER TODOS NUESTROS DATOS PERSONALES?
Sólo existe una manera: preservando nuestro anonimato. Para ello, aconsejan que los usuarios deben procurar no publicar ni ceder datos a webs o usuarios que no sean de total confianza. Pero desde la compañía gallega sostienen que hay algo más a lo que también tenemos que prestar especial atención y de lo que con frecuencia nos despreocupamos: cómo enviamos los mensajes.