Varia Bortsova, una ciudadana rusa, ha compartido una increíble historia en su página de Facebook.
Bortsova, de 26 años, aterrizó en Moscú de madrugada y cogió un taxi para regresar a su casa de la capital moscovita. Cuando finalmente llegó a su domicilio, se durmió casi instantáneamente debido al cansancio acumulado durante el viaje.
Cuando despertó a la mañana siguiente, se percató de que había extraviado su cartera con las tarjetas de crédito, DNI y dinero en efectivo. Tras intentar localizar sin éxito al conductor del taxi, ya que fue allí donde vio su monedero por última vez, la joven se dispuso a anular todas sus tarjetas bancarias. En ese momento, fue su padre quien se percató de la presencia de un taxista estacionado en la calle junto a la casa. «¿Podría ser el tuyo?», preguntó a su hija.
Efectivamente, el conductor había esperado a las puertas del edificio para devolver a la joven su cartera. «¿Cuánto eres capaz de dormir? ¡Me estoy congelando!», le dijo el hombre cuando finalmente se encontraron. Ambos rompieron a llorar, recuerda Varia.
En compensación, Bortsova le pagó cinco veces el precio original de la carrera.