El 28,1% de las mujeres españolas percibió un sueldo bruto mensual inferior a 1.001,8 euros brutos en el año 2017, porcentaje que más que dobla al de los hombres incluidos en este rango salarial, que alcanzó el 12,6%.
Así lo revela el estudio sobre el decil de salarios del empleo principal realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) a partir de la Encuesta de Población Activa (EPA).
Este estudio consiste en dividir a los 15,7 millones de asalariados españoles en 10 grupos de cerca de 1,6 millones en función de su salario.
De ello se desprende que el 20% de los empleados, unos 3,14 millones pertenecientes a los dos deciles más bajos, recibe un salario inferior a estos 1.001,8 euros brutos mensuales y que la proporción de mujeres en este rango más que dobla a la de los hombres.
De hecho, la presencia femenina es aún mayor en el decil inferior, el de los que cobran menos de 717,2 euros mensuales, donde se encuentran el 15,1% de las mujeres y solo el 5,3% de los hombres.
Por su parte, en el segundo, que va de esos 717,2 euros a 1.001,8 euros, están el 7,3% de los hombres y el 13% de las mujeres; y en el tercero, entre 1.001,8 euros y 1.230,9 euros, aparecen el 8% de ellos y el 12,2% de ellas.
A continuación, en el cuarto decil, que llega hasta los 1.409,9 euros brutos mensuales, es donde el porcentaje de hombres y mujeres es casi idéntico, ya que están el 9,7% de los barones y el 10,3% de las féminas.
En los cinco siguientes, en los que se sitúan los asalariados con sueldos de entre 1.409,9 y 3.367,7 euros mensuales, la presencia masculina oscila entre el 11 y el 11,8% y la femenina entre el 8 y el 8,9%.
Por último, entre los 1,57 millones de españoles que perciben más de 3.367,7 euros al mes, se encuentran el 12,5% de los hombres, el porcentaje más alto de todos, y el 7,3% de las mujeres, también la cuota más baja entre ellas.
En su conjunto, el salario medio de las mujeres en 2017 fue de 1.668,7 euros al mes, mientras que el de los hombres alcanzó los 2.090,6 euros.
Según el INE, hay que tener en cuenta, al efectuar el análisis de los salarios asociados a hombres y mujeres, que dichos salarios pueden estar determinados por otras variables subyacentes, como la antigüedad en el empleo, el tipo de jornada o el nivel de formación.