El presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, pidió perdón este jueves por la mala gestión de la crisis de las hipotecas que se generó a raíz de la decisión de asignar al banco el pago del impuesto de actos jurídicos documentados. «Esto no lo hemos gestionado bien. Se ha provocado una desconfianza indebida en el alto tribunal y no puedo más que sentirlo, lo sentimos todos», dijo en la apertura de la jornada de puertas abiertas del Supremo.
Tras pedir «disculpas a aquellos ciudadanos que se hayan sentido perjudicados en esta deficiente gestión», Lesmes explicó que en sus primeras conversaciones con el presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo, Luis Díez-Picazo, éste se lamentó de haberse enterado del contenido de la sentencia por los medios de comunicación.
En ese momento, el presidente del Supremo solicitó a Díez-Picazo que hiciera pública una nota aclaratoria sobre el alcance de la sentencia, pero al presidente de la Sala «no le pareció oportuno, no estaba de acuerdo» y se negó a hacerlo.
Es más, a continuación difundió una nota en la que anunciaba la suspensión de todos los recursos pendientes similares a los resueltos y su avocación a pleno para unificar la doctrina del Supremo y revisar la sentencia. Esa decisión, reconoció Lesmes, ha generado aún más “confusión”.
El presidente del alto tribunal explicó que él no era partidario de enviar a pleno el asunto, aunque admitió que el pleno de la Sala es “soberano” para tomar las decisiones que crea oportuna. El pleno se reunirá finalmente el próximo día 5 de noviembre.