La terapia musical es capaz de optimizar la calidad de vida de quien la recibe, mejorar su salud física, social, comunicativa, emocional e intelectual. Se trata de una terapia muy adecuada para superar las secuelas que la guerra ha dejado en los niños.
Por todo esto, Juan Valdivia ha participado con la ONG GLOBAL HUMANITARIA en la inauguración de las primeras sesiones de musicoterapia, y ha podido ver la energía y los beneficios que ha tenido la música sobre los niños.
Ahora Juan está decidido a impulsar este proyecto, para darle continuidad, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de estos niños.
“He decidido donar mi guitarra para recaudar fondos para abrir un espacio de musicoterapia en un centro para niños que han sufrido en primera persona la guerra de Siria.
He conocido a estos pequeños, y no me puedo imaginar el horror por el que han pasado.
Hoy, a salvo en Jordania, necesitan superar sus traumas, volver a aprender y a jugar. Volver a ser libres. Y sabemos que la música es un vehículo perfecto para conseguir esta recuperación.
Por eso, te animo a participar en el sorteo de mi guitarra. Haz tu aportación para crear esta aula de musicoterapia en Jordania y devuélveles la sonrisa”.
Juan Valdivia compró esta guitarra en Londres en 1990. La utilizó en los videoclips de «Entre dos tierras» y «Maldito duende» y en la grabación de «El espíritu del vino», su tercer LP, con el que Héroes del Silencio ganó un Disco de Oro.
Se convirtió en su guitarra de batalla en las giras posteriores a la edición de este disco y la llevó a decenas de conciertos en España, Alemania y Sudamérica.