Una empresa de juegos al azar con sede en Austria ha sido condenada por un tribunal del país a devolver dos millones de euros más los intereses (casi tres millones en total) a un jugador compulsivo que perdió dicha cantidad jugando en las máquinas tragaperras en un plazo de 10 años. La resolución, tal y como informan diversos medios locales, ha sido revocada por la compañía.
La Audiencia provincial de la localidad austriaca de Wiener Neustadt ha dado la razón al denunciante, quien aseguró que entre 2002 y 2012 se gastó algo más de dos millones de euros en máquinas tragaperras de la empresa Novomatic. El tribunal entiende que el denunciante tenía sus facultades parcialmente mermadas y por ello considera que los contratos de juego son nulos.
Según un informe psiquiátrico, el demandante no es capaz de resistir «el impulso de jugar en exceso» por lo que sus capacidades están limitadas. Además, el tribunal austríaco ha considerado que los juegos en los que el denunciante gastó el dinero aceptaban cantidades por cada partida y ofrecían premios por encima de lo estipulado por la ley.