Rodajia Welch, una mujer de 22 años y dueña de un conejo que nació sin orejas, decidió coserle unas nuevas hechas de lana.
La joven ha creado pares de orejas de diferentes modelos y, en función del día, Mimi, a sí se llama el animal, utiliza unas u otras. Las tiene de color blanco con el centro rosado, de flores y otras más atrevidas de ratón.
«La idea de hacer las orejas comenzó cuando le queríamos poner un nombre, que obviamente tenía que estar relacionado con las orejas», declaró Welch al rotativo ‘Metro’.