Mario Casas ha vuelto a ‘El Hormiguero’ para presentar su última película «El fotógrafo de Mauthausen», una cinta que ha obligado al actor a seguir un régimen estricto para lograr la apariencia física que necesitaba. Pero junto a la dieta, para meterse en el papel de Francesc Boix, Casas ha confesado que necesitó ponerse unas prótesis para lucir orejas de soplillo. Ante la anécdota, Motos sorprendía a todos soltando al actor «¡Qué gilipollas sois los guapos!».
Tras al «zasca», la entrevista se resumió a hablar de la comida. Según ha explicado a Casas, se alimentaba principalmente de piña, brócoli y pescado, y redondeaba la jornada mascando chicle. Tanto es así que ahora se ha aficionado a la piña aunque también tiene sus caprichos. Ha confesado que, tras la dieta, no hay nada con lo que se sienta más feliz que tomando helado Häagen Dazs y unas galletas de dinosaurio.
“Pescado, piña y chicles” – @mario_casas_ nos cuenta lo que comía para conseguir el cambio físico que necesitaba para interpretar el personaje de #ElFotógrafoDeMauthausen #MarioCasasEH pic.twitter.com/wjtLwV580H
— El Hormiguero (@El_Hormiguero) 22 de octubre de 2018
Increíble cambio físico que ha tenido que hacer @mario_casas_ para su nueva película #ElFotógrafoDeMauthausen ? #MarioCasasEH pic.twitter.com/Woor0Fz6Gz
— El Hormiguero (@El_Hormiguero) 22 de octubre de 2018