El lupus es una enfermedad crónica del sistema inmunitario que ataca a diferentes órganos y tejidos, afectando a la piel, las articulaciones, los riñones, los pulmones y el sistema nervioso provocando daños e inflamación.
Los más visibles afectan a la piel de un 90% de los pacientes. Además, tratándose de una enfermedad autoinmune no tiene cura, solo se puede controlar con fármacos para regular el sistema inmunitario y frenar la inflamación para mejorar la calidad de vida de los afectados por esta enfermedad.