Britney Spears está de enhorabuena y es que ha salido victoriosa en la guerra que mantiene con su padre y la administradora Jodi Montgomery por la gestión de su custodia. Este miércoles se celebró una nueva vista de su caso en Los Ángeles y le dieron la opción a la cantante de elegir a su propio abogado, tras la renuncia del anterior. Esto supone un antes y un después porque ella lo consideraba como un ‘abuso’.
La artista dio de nuevo su testimonio por teléfono ante el tribunal, tres semanas más tarde de dar esas declaraciones que recorrieron todo el mundo por la injusticia que está viviendo Britney en su vida desde que su padre empezara a controlar cada paso.
Este miércoles la jueza Penny aceptó la renuncia del abogado anterior de la artista y aceptó a Mathew Rosengart, el hombre que parece que va a luchar por los derechos de Britney y que ojalá haga posible sus deseos. De hecho, lo primero que hará será presentar una petición para apartar al señor Spears.
«Estoy enfadada e iré a por ello» confesaba Britney, además de asegurar que en algunos momentos llegó a pensar que querían matarla: «Si el tribunal no ve esto como abuso… no sé lo que es» añadió la cantante.