A juicio un hombre por captar mujeres que luego prostituía en Valladolid

La explotación sexual es un problema que lamentablemente sigue presente en nuestra sociedad. En la capital de Castilla y León, la ciudad de Valladolid, se ha descubierto un caso alarmante de una red de trata de personas que captaba mujeres de Paraguay para posteriormente explotarlas sexualmente en un piso de la ciudad. Este caso, que será juzgado este miércoles, 3 de julio, en la Audiencia de Valladolid, pone de manifiesto la urgente necesidad de erradicar este tipo de prácticas ilegales y delictivas.

La Fiscalía de Valladolid solicita una condena de tres años de prisión, junto con una multa de 10.800 euros, libertad vigilada por espacio de tres años e inhabilitación durante diez años para cualquier profesión en la que participen menores de edad. Además, se solicita el pago de una indemnización de 10.000 euros en favor de una de las mujeres supuestamente explotadas.

La Captación de Mujeres Vulnerables

El acusado, de nacionalidad paraguaya y conocido como ‘Lucas’, se dedicaba a captar mujeres de su país de origen que se encontraban en una situación de vulnerabilidad, con escasos recursos económicos para subsistir. Estas mujeres, que ejercían la prostitución de forma voluntaria, fueron sometidas a las condiciones impuestas por el supuesto proxeneta.

Entre las normas establecidas por el acusado se encontraban: sólo poder salir de casa una hora al día por la mañana, librar únicamente dos días cada quince días y nunca el fin de semana, atender bien a los clientes, estar siempre arregladas y peinadas las veinticuatro horas al día, avisar cinco días antes si querían librar y salir urgentemente de la habitación cuando se llamaba a la puerta. Además, el acusado controlaba a las jóvenes de forma permanente mediante un sistema de videovigilancia instalado en el piso.

Las Condiciones de Explotación

En el periodo investigado, que abarca desde junio de 2020 hasta el 17 de marzo de 2021, el número de mujeres en esta situación oscilaba entre cuatro y siete. Estas mujeres se comprometían a entregar al acusado el cincuenta por ciento de todos los ‘pases’ que realizaban, estableciendo normas cuyo incumplimiento era sancionado con multas pecuniarias.

Según la tesis de la acusación pública, el acusado alojaba a las chicas, insertaba anuncios en páginas del sector, concertaba las citas y enviaba a la mujer que él consideraba adecuada al servicio solicitado, llegando incluso a cobrar la totalidad del mismo cuando se utilizaban medios electrónicos de pago.

Este caso pone de manifiesto la grave problemática de la explotación sexual que sigue presente en nuestra sociedad. Es fundamental que las autoridades y la sociedad en su conjunto trabajen de manera coordinada y eficaz para erradicar este tipo de prácticas ilegales y proteger a las víctimas, brindándoles el apoyo y la asistencia necesaria para su reintegración y recuperación.