La nación sudamericana de Chile ha logrado un importante hito en los mercados financieros al emitir exitosamente un bono social en los mercados internacionales de deuda. Esta emisión ha sido considerada como una de las primeras de su tipo en provenir de un país de mercados emergentes, en un momento en el que se espera una desaceleración de la actividad en la segunda mitad del año 2024.
Chile ha conseguido atraer ofertas por 3.250 millones de euros para sus nuevos títulos denominados en euros con vencimiento en 2031. Esta colocación se ha realizado a un diferencial de 105 puntos básicos sobre mid-swap, lo cual representa una mejora significativa respecto a las conversaciones iniciales de precio en torno a los 130 puntos básicos.
Emisión de Deuda en Mercados Emergentes
Los prestatarios gubernamentales y corporativos de los mercados en desarrollo han emitido deuda por un monto de 321.000 millones de dólares (casi 300 millones de euros) en el primer semestre, lo cual representa el período más activo desde 2021. Este nivel de actividad ha sido considerado como excepcional, teniendo en cuenta las expectativas de una mayor volatilidad y riesgo político en el futuro.
Dentro de este contexto, la emisión de Chile se destaca como una operación exitosa y estratégica. La nación sudamericana ha logrado aprovechar las favorables condiciones de mercado para obtener financiamiento en términos ventajosos, fortaleciendo así su posición financiera y su perfil de riesgo a nivel internacional.
Trayectoria de Emisiones de Chile
Cabe destacar que Chile ya había salido a los mercados mundiales de deuda en enero de este año, cuando vendió 1.700 millones de dólares (1.583 millones de euros) en bonos con vencimiento a 5 años a un diferencial de 85 puntos básicos sobre títulos similares del Tesoro estadounidenses. Esa emisión representaba la totalidad de la emisión en dólares prevista para el año.
La exitosa colocación de este bono social en los mercados internacionales de deuda demuestra la confianza que los inversores tienen en la economía y las finanzas públicas de Chile. Además, refleja el creciente interés y demanda por instrumentos financieros que incorporen consideraciones sociales y de sostenibilidad en sus estrategias de inversión.
En resumen, la emisión de este bono social por parte de Chile en los mercados internacionales de deuda se perfila como un hito relevante, no solo para la nación sudamericana, sino también para el mercado de capitales en general, abriendo nuevas oportunidades y tendencias en la financiación de proyectos con impacto social y ambiental positivo.
