Testigos de las muertes de Cerro Muriano dicen que no había instrucciones sobre cruzar el lago

La investigación sobre la trágica muerte de dos militares durante una maniobra en un lago ha generado gran interés y preocupación. Los testimonios de los testigos que han declarado ante el Juzgado Togado Central número 2 han aportado detalles reveladores sobre lo ocurrido aquel fatídico día. Desde las condiciones meteorológicas extremas hasta la aparente falta de medidas de seguridad, estos testimonios exponen serias deficiencias en la organización y ejecución de la actividad, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre la responsabilidad de los mandos a cargo.

LOS TESTIGOS REVELAN LA FALTA DE INSTRUCCIONES Y MEDIDAS DE SEGURIDAD

Según los testimonios recogidos, los soldados que participaban en la maniobra no recibieron instrucciones concretas sobre cómo debían cruzar el lago. El abogado Luis Romero, quien representa a la familia del soldado Carlos León Rico, ha expuesto que «no había previsto nada concreto en sus labores» y que «no había instrucciones concretas sobre el ejercicio de cruzarlo».

Esto se corrobora con la declaración de un testigo que tenía funciones logísticas y llegó en un camión. Este testigo manifestó que «al llegar tuvo que hacerle la maniobra RCP a un soldado porque vio que ‘no respiraba’ y le tomó el pulso y ‘no tenía'», a la vez que «vio a ‘unos veinti tantos soldados con síntomas parecidos a hipotermia, con mucho frío, entumecidos, etc'».

Adicionalmente, otro testigo señaló que «a unos seis o siete metros de la orilla se dejaba de hacer pie y que el fango te impedía continuar avanzando». Estas condiciones extremas del terreno y del agua parecen haber sido obviadas en la planificación de la actividad, poniendo en riesgo la seguridad de los participantes.

LAS DEFICIENTES MEDIDAS DE SEGURIDAD Y LA ACTITUD DEL CAPITÁN ZÚÑIGA

Según los testimonios, la falta de medidas de seguridad fue una constante durante la maniobra. El abogado Romero afirma que «todos los testimonios han ‘confirmado que no había ninguna medida de seguridad'». Frases como «Aquello fue caótico» o «no sabíamos si faltaba alguien o no, aquello fue un descontrol» reflejan la percepción de los testigos sobre la desorganización y la ausencia de protocolos adecuados.

Además, la actitud del capitán Zúñiga durante y después de los hechos ha sido cuestionada. Los testigos han revelado que «dio una charla refiriendo que ‘esto son cosas que pasan en la mili'», lo cual fue percibido como una reacción inapropiada y «no las palabras adecuadas ni el momento». Incluso, muchos de ellos han manifestado que «no se le veía afectado».

Asimismo, los testimonios indican que el capitán Zúñiga «no se introdujo en el agua en ningún momento para auxiliar o socorrer a ningún participante», limitándose a permanecer en la orilla, mientras que «el mando más alto allí presente era el capitán Zúñiga, ninguno de los jefes se presentó allí ni siquiera tras lo ocurrido«.

LAS DECLARACIONES APUNTAN A POSIBLES RESPONSABILIDADES PENALES

Según los abogados que representan a las familias de los fallecidos, los testimonios recabados hasta el momento «apuntan a los responsables que ya se sabe» y «corroboran lo que ya consta en el atestado y en las declaraciones que ya se habían manifestado con anterioridad«.

Uno de los aspectos clave que resaltan los testimonios es la **extrema **temperatura del agua, que los testigos han calificado como «auténtico caos» y donde «pocos fueron los que llegaron sanos a la otra orilla«. Esto sugiere que las condiciones climáticas y ambientales no fueron adecuadamente evaluadas en la planificación de la actividad.

Además, los testigos han coincidido en que la cuerda utilizada no era una línea de vida, sino una «cuerda guía, la cual se hundió con una profundidad tal, que hubo muchos soldados que incluso se llegaron a subir encima de estas en el agua«. Esto evidencia una falta de equipamiento y recursos apropiados para garantizar la seguridad de los participantes.

En resumen, los testimonios recabados hasta el momento parecen apuntar a serias deficiencias en la organización y ejecución de la maniobra, lo que habría derivado en la trágica muerte de los dos militares. Estas revelaciones exigen una profunda investigación y rendición de cuentas por parte de las autoridades competentes, con el objetivo de prevenir que situaciones similares vuelvan a ocurrir en el futuro.