El 56% de los desempleados de más de 50 años es parado de larga duración

La población mayor de 50 años en España enfrenta un desafío significativo en la búsqueda de empleo. Según el informe «Tu edad es un tesoro» de la Fundación Adecco, más de la mitad de los desempleados en este rango de edad lleva más de un año buscando trabajo, pero tres de cada cuatro no ha realizado ninguna entrevista laboral en los últimos seis meses. Esta situación refleja los obstáculos que enfrentan los profesionales maduros al intentar reincorporarse al mercado laboral.

Una de las principales barreras que enfrentan es la percepción de que su currículum no supera el filtro debido a su edad. De hecho, uno de cada cuatro prefiere no incluir la fecha de nacimiento en su currículum, aunque la mayoría lo hace por transparencia y visibilidad. Esta situación pone en evidencia la necesidad de transformar los procesos de selección y las mentalidades de las empresas, evolucionando hacia un modelo que valore la experiencia y las habilidades de los candidatos, independientemente de su edad.

La Urgencia de Encontrar Empleo

Los datos del informe también revelan que el 93% de los parados sénior necesitan trabajar con urgencia para obtener ingresos que les permitan cubrir sus gastos básicos inmediatos. Además, casi dos de cada tres declaran que esta necesidad de empleo es para acumular las cotizaciones necesarias que les permitan alcanzar una pensión adecuada.

Esta apremiante situación económica lleva a que el 92% de los desempleados encuestados estén dispuestos a cambiar de sector, e incluso el 89,3% aceptaría un empleo de cualificación inferior con tal de conseguir trabajo. Esta disposición a adaptarse a las circunstancias demuestra la determinación y el compromiso de este colectivo por reintegrarse al mercado laboral.

La Importancia de Acompañar a los Desempleados Mayores

Frente a este escenario, es imprescindible que se acompañe a las personas mayores de 50 años para dotarles de las competencias y habilidades necesarias, de modo que puedan mantener o incrementar su cualificación y evitar que se cronifiquen en el desempleo. Solo mediante este acompañamiento y la transformación de los procesos de selección, se podrá aprovechar plenamente el valioso talento y la experiencia que aportan los profesionales maduros a las empresas.

En conclusión, el reto de los desempleados mayores de 50 años en España es una realidad que requiere una respuesta integral. La edad no debe ser un factor limitante, sino una oportunidad para capitalizar la experiencia y habilidades de este colectivo. Solo así se podrá lograr una inclusión laboral efectiva y brindar a estos profesionales la posibilidad de aportar su valiosa contribución al mercado de trabajo.