¿Por qué torrijas en Semana Santa? Descubre el curioso origen de este manjar típico

La cocina española tiene grandes costumbres, y una de ellas son las deliciosas torrijas que son sencillas de elaborar. Dentro de este bocado se encuentran dos grupos, los cuales son dignos de discusión entre las personas para determinar cuál es el más rico. Tostadas y francesas de todos modos pueden convivir perfectamente, pero lo que no muchos saben es el origen de las mismas ni mucho menos porqué se consumen en Semana Santa.

Tenemos que remontarnos al siglo V, cuando se publicó un libro llamado De re coquinaria, atribuido a Marco Gavio. Este fue un romano que vivió cerca del año 100 durante la etapa del emperador Tiberio. En las hojas de este tomo aparecen recetas que son altamente similares a las torrijas, por lo que se las considera «el padre» de las mismas. Sin embargo, un pequeño detalles hace la diferencia.

La aparición de la torrija en la modernidad

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Las torrijas como tal datan del siglo XV, cuando en un villancico del artistas Juan del Encina, en 1496, las nombra como «deliciosas torrejas». Agrega que este alimento debería ser llevado a la mismísima Virgen María, después de dar a luz al niño Jesús. Aquí hay un punto de inflexión muy grande que responde a la incógnita: ¿Por qué en semana santa se comen torrijas?

Este dulce se les daba a las madres que acababan de dar a luz, ya que se creía que la torrija facilitaba a producir más leche (luego esto descartado por la ciencia). También denominadas «sopas de parteras», «picatostes» o «randillas», este alimento no vulnera ninguna prohibición alimenticia fundada durante la cuaresma, siendo que además es algo que se vincula con la vida y el nacimiento.

Dos recetas muy simples para preparar torrijas

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Seguramente tu madre, abuela o tía preparaban las torrijas de una forma, mientras que la mamá de tu mejor amigo tenía otra receta que las dejaba exquisitas. Lo cierto es que existen varias formas de prepararlas, aunque la esencia siempre será la misma. Una forma es tomar una barra de pan, 2 huevos, 2 tazas de leche, 1/4 de azúcar, 2 ramitas de canela y cáscaras de limón.

A esto se le debe agregar 1/2 taza de agua, 1/2 de azúcar y una cucharadita de canela después de cocinarlas. Claro, así como antes mencionamos al limón, también se le puede reemplazar con miel, azúcar impalpable, avellanas rayadas, cáscaras de naranja… Cada uno tiene sus gustos y en Semana Santa, probablemente, veamos en las redes sociales un sin fin de torrijas deliciosas.